martes, 12 de enero de 2016

Por qué el Príncipe George aprende con el método Montessori



El Príncipe George ha empezado esta semana a asistir a la escuela, y Kate Middleton y el Príncipe Guillermo han elegido el método Montessori para la educación de su primogénito.

El hijo de los duques de Cambrigde cursará sus primeros años lectivos en la Montessori School Westacre, una escuela que ofrece unos precios más modestos que otros centros londinenses y, además, se encuentra a pocos minutos de su casa en Norfolk.

Sin embargo, no son el precio ni la cercanía lo que ha hecho decidirse a los duques de Cambrigde por este centro, sino precisamente su método educativo. Aunque no son los únicos, ya que los fundadores de Google, Amazon y Wikipedia, Larry Page y Sergey Brin, Jeff Bezos y Jimmy Wales, también estudiaron bajo esta filosofía.

¿Qué ventajas ofrece respecto al modelo de las escuelas tradicionales?

La corriente Montessori, que debe su nombre a la pedagoga, antropóloga, científica y filósofa María Montessori, defiende una educación flexible en la que los niños absorban las informaciones que necesitan como si se tratase de esponjas, aprendiendo a hablar, leer y escribir de manera espontánea.

Es decir, que propone facilitar, desde el principio, un espacio de libertad donde se fomente el deseo natural de aprender y la capacidad de adaptación al medio.

Ángeles Pedrero, Presidenta de la Asociación Montessori en Málaga, explica que el objetivo de este método es el desarrollo pleno de la personalidad del niño: "Al final de su formación, este tiene que ser capaz de conocerse a sí mismo, de escoger lo mejor para él y de relacionarse con los demás de manera adecuada". En este sentido, Pedrero recalca la importancia de los maestros, que ejercen de guías durante todo el proceso. "Tienen que preparar un ambiente, físico y psicológico, donde acompañar al niño en su desarrollo, cuidando de cada uno de ellos pero vigilando también el bienestar común", añade la experta.

De la misma manera, un colegio Montessori presenta bastantes diferencias respecto a los tradicionales, como son la ausencia de aulas y asignaturas específicas, la intervención de dos docentes por grupo o la convivencia de niños de distintas edades para que aprendan unos de otros.

"En vez de aulas, los guías preparan ambientes donde se pueda trabajar con autonomía, sin exámenes y utilizando materiales concretos destinados a su desarrollo", cuenta Pedrero."El niño marca el ritmo de su aprendizaje, y no su edad ni sus notas", asegura la experta.

Por eso, la evaluación se realiza a través de la observación y el trabajo de los pequeños. "La misión de los colegios Montessori es que acaben convirtiéndose en profesionales que consigan alcanzar las aptitudes de liderazgo, toma de decisiones y capacidad de trabajo, requisitos extremadamente necesarios dentro de las sociedades modernas", señala Pedrero.


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